A estas alturas muchos ya han olvidado las propuestas para el año nuevo… Os animo a seguir la tendencia actual positivista que nos invade a muchos y a volver a formularlas. Mejor… proponeros otra; una nueva: más realista, más práctica, con más posibilidades de éxito. ¡Cuidarnos!
Empecemos con un par de gestos sencillos que, a través del bienestar corporal, os aportarán felicidad.
Depúrate
La contaminación del aire, del agua, los pesticidas en los alimentos, los materiales químicos en la ropa… y para colmo, llegó la navidad con todos sus excesos: grasas, azúcares, alcohol… Con el hígado saturado y el páncreas agotado debemos tomar las riendas y mimar el fantástico mecanismo que es nuestro cuerpo.
Para obtener resultados duraderos podemos introducir los beneficios depurativos de alimentos saludables en nuestra dieta: manzanas, ajo, perejil, algas, té verde y cúrcuma, por ejemplo.
Prueba a introducirlos en tus platos cocinados, en infusiones, batidos… o atrévete con ellos en crudo! En ese caso, intenta que sean de origen ecológico.
Una buena opción son: el ajo negro, por sus propiedades antioxidantes y anticoagulantes, y las infusiones de té u ortiga verde, tomadas a lo largo del día, por su poder détox.
Come saludable
Hay que planteárselo como un estilo de vida. Encontrar en él esos pequeños momentos de placer diarios que lo harán sostenible.
Lo que comemos no sólo afecta a nuestro peso, nuestro corazón o nuestra piel. Influye incluso en nuestro humor y energía vital. Una dieta saludable puede incluso, aumentar el sentimiento de felicidad al hacerse consciente por un lado el cumplimiento de los objetivos fijados y a la vez, sentir los beneficios inmediatos de una mejor digestión, calidad de sueño y energía vital.
Introduce superalimentos en tu menú semanal. ¿Has probado, por ejemplo, a hacer los espaguetis con salmón fresco y espárragos? ¿O un sencillo y clásico plato de brócoli con patatas (hervido al dente) con un buen aceite de oliva virgen extra y pellizco de sal? ¿Qué tal un dip de guacamole (aguacate, zumo de limón, cebolleta picada y pellizco de sal) como aperitivo? Y qué mejor que disfrutar de una onza de chocolate negro (75% cacao) para terminar con una sonrisa…
Duerme un poco más
La falta de sueño se traduce en sensación de cansancio, estrés, alteración del funcionamiento cognitivo o mayor riesgo de sufrir diabetes, cáncer o dolencias cardiovasculares. La irregularidad de los horarios es, además, perjudicial para el sistema metabólico, endocrino e inmunológico.
Los hábitos regulares y saludables a la hora de irnos a dormir nos ayudarán a aprovechar los mecanismos reparadores necesarios para que nuestro organismo funcione de manera óptima.
1. Sé regular en el horario de comidas. Evita cenar tarde y de manera copiosa.
2. Vuelve al vaso de leche caliente antes de irte a la cama. Su contenido en triptófano te ayudará a relajarte y descansar.
3. Mantén unas horas de sueño estables, entre 7 y 9 diarias (también en fin de semana).
4. Deja los dispositivos un par de horas antes de irte a dormir.
5. Mantén la habitación a oscuras y en silencio (o usa tapones para los oídos).
¡¡Cuídate!! ¡¡Y sé feliz!!
